El horrible asesinato de Nancy y Dereck Haysom fue una sensación internacional en 1985. Los Haysom eran gente adinerada y miembros respetables de la sociedad en Virginia y la condena por asesinato de su hija Elizabeth y su novio el alemán Jens Soering sacudieron a la comunidad rural del Condado Bedford. Eizabeth y Jens se habían conocido en un programa en la universidad para estudiantes con alto nivel intelectual. Ella era producto de internados europeos, él era el hijo de un diplomático. Después de ser arrestados en Londres, Inglaterra por falsificación de cheques en 1986 fueron extraditados a los Estados Unidos y han pasado hasta hoy 30 años tras las rejas. Esta película bellamente creada revela un proceso judicial muy mal manejado o quizá completamente corrupto. Este fue el primer juicio criminal frente a las cámaras de televisión y con un alto perfil llevado a cabo en un pequeño lugar.
Investigaciones en los dos últimos años han sacado evidencia impresionante que anteriormente estuvo bajo la luz o considerada inadmisible. Técnicas forenses modernas han refutado evidencia que fue la clave para la condena original de Soering. Le han negado libertad bajo palabra 11 veces, su última audiencia será en mayo del 2016 y quizá pueda haber un resultado diferente, al mismo tiempo que el filme haya sido estrenado.
Huellas dactilares sin identificar, evidencia fotográfica que muestra abuso sexual, la amistad del juez con las víctimas, un perfil del FBI perdido, un cuchillo debajo del asiento en un carro ensangrentado, todo eso muestra algo diferente que es revelado en el filme.
«Te amo. Te amo ahora. Te amo eternamente.
Tú siempre serás la persona más importante en mi vida».
(Carta de Elizabeth Haysom a Jens Soering 20 de diciembre de 1984)
Ella era esbelta, tenía puestos unos vaqueros y una camiseta que no era precisamente blanca. Así fue como ella llegó a su vida – un poco desaliñada: Elizabeth Roxanne Haysom. Fue una tarde en agosto de 1984 un curso de orientación para alumnos becados de la Universidad de Virginia cuando él la vio por primera vez. Fue la noche en la que su vida se empezó a desvanecer.
Él era joven, iluso y con un aire de sabelotodo. Un chico pálido con anteojos grandes. Él fue inmediatamente cautivado por su arrogancia, sus ojos grisáceos-verdeazul, su mirada aburrida que casi lo aplastó. Su nombre, Jens Soering de nacionalidad alemana. Un becario de Jefferson. Ella lo abrumó con sus historias. Todo acerca de ella era especial, su padre adinerado y su supuesta beca de Cambridge. Ella le contó del abuso sexual que experimentó en manos de su propia madre, su huida a Europa con su amante lesbiana y que quería por fin escapar de su adicción a las drogas.
Su nombre es Jens Soering. Nacionalidad: alemana. Hijo de un diplomático alemán. Nació el 1 de agosto de 1966 en Tailandia, criado en Alemania y Estados Unidos.Él era un chico ambicioso, un estudiante aplicado y ganador de una beca universitaria. Todo parecía posible hasta esa tarde cuando conoció a Elizabeth Roxanne Haysom, la bella e irresistible Liz. Ella simplemente lo dejaba estupefacto con sus historias. Todo acerca de ella era especial. Su padre, un hombre de negocios canadiense y su madre miembro de la familia Astor, una de las más prestigiosas. Ella le contó que había sido abusara sexualmente por su propia madre, que había sido brutalmente violada en un internado en Suiza, que había huido con su amante lesbiana a Europa y había pasado meses ahí escondida y que finalmente quería dejar su adicción a la drogas. Después de unos meses ellos ya eran pareja. Él no podía creer su suerte. Se escribían cartas de amor llenas de ilusión: «Ich liebe dich, je t’aime, I love you TE AMO». Cada página fue ardientemente escrita. Leerlas hoy, las cartas anuncian lo que se convirtió en un inimaginable acto violento.
(Fotos Izquierda: Elizabeth Haysom con su padre Derek Haysom / carta de Elizabeth Haysom para Jens Soering 1984 / Dormitorio de Elizabeth Haysom / Elizabeth Haysom 1993. Derecha: Jens Soering / Dormitorio de Jens Soering / Jens Soering 1985)
«Te amo y extraño más que nunca. Tú eres mi definición de amor y alegría. Sé que estas palabras no son suficiente…»
(Carta de Jens Soering para Elizabeth Haysom 21 de agosto de 1985)
Entonces el 30 de marzo de 1985 sus padres fueron brutalmente asesinados en su hogar en Lynchburg, Virginia. Los Haysom fueron encontrados con sus cuellos cortados con un cuchillo hasta el punto de ser casi decapitados. Derek Haysom tenía 71 años pero aún era un hombre fuerte. Fue apuñalado 25 veces. La señora Haysom fue apuñalada por lo menos seis veces. Los dos bebían bastante y tenían un nivel de alcohol de .22 cuando los encontraron muertos. Fue una amiga de la familia quien los encontró muertos después de que Elizabeth le llamara diciendo que ella tenía miedo porque no los podía localizar y que ellos nunca había salido de la ciudad sin haberle avisado. La amiga condujo hasta su casa llamada «Loose Chippings» a las afueras de Lynchburg, Virginia. Ella tenía una llave, abrió la puerta y vio a Derek tirado en un charco de sangre.
La escena del crimen muestra signos de mucha violencia y estaba repleta de sangre. Parece ser un asesinato emocional. Aunque los platos usados indican que los Haysom habían estado comiendo en la mesa del comedor. Nancy Haysom tenía puesto un camisón de dormir, fue encontrada en el piso de linóleo de la cocina. Derek Haysom, un hombre alto y fornido fue encontrado en el portal del comedor hacia la sala de estar. Se le avisó a la policia local, al Departamento del Sherif y al FBI.
Inicialmente la organización policiaca prosiguió con la idea de que era un asesino en serie suelto, intentando conectar los asesinatos con otros que habían ocurrido cerca del lugar en años anteriores. Pero nada de esto los conectaba con otros, eran sólo callejones sin salida. Después de algunos meses la atención se fue hacia Elizabeth Haysom y Jens Soering quienes habían estado en Washington D.C. el fin de semana que ocurrió el asesinato. Ellos habían alquilado un auto que tenía más millas corridas de las que ellos pudieran explicar.
Jens Soering dice que Elizabeth llegó a la habitación del hotel, se sentó en la cama y dijo: «He matado a mis padres, fueron las drogas lo que me llevó a hacerlo. Aunque de cualquier manera, ellos lo merecían». Es así como él cuenta la historia. Despúes él tuvo la idea que destruyó su vida, él diría a la policía que él lo había hecho. Como el héroe de la novela de Charles Dickens, «Historia de dos ciudades», donde el protagonista entregó su vida por amor. «Es lo mejor que yo he hecho en mi vida» dijo el protagonista Sidney Carton en el cadalso. Es así como Jens Soering se veía así mismo. Cuando él se acuerda de esa noche hoy, sonríe y voltea hacia los lados. Su hogar es Buckingham Correctional Center en Dillwyn, Virginia una prisión gigante en medio de un paisaje montañoso. Hasta el momento, él piensa que fue lo más estúpido que ha hecho.
(Fotos Izquierda: investigadores en Loose Chippings/ la casa en la que Nancy y Derek Haysom fueron asesinados en 1985/Fotos de la policía en la escena del crimen)
«… de lo que Liz me ha dicho acerca de lo que ustedes descubrieron en Loose Chippings, sólo puedo decir que soy incapaz de hacer tal cosa…»
(Carta de Jens Soering para los investigadores Ricky Gardner y Chuck Reid octubre de 1985)
El 30 de marzo de 1985 los padres de Elizabeth fueron brutalmente asesinados en su hogar. Cuando los investigadores se concentraron en la joven pareja, Elizabeth y Jens decidieron huir del país. Ellos escribieron una carta de despedida muy sarcástica a los investigadores. Más de un año más tarde el 30 de abril de 1986 el juego se había terminado. Ellos fueron arrestados en Londres. Él apenas tenía 19 años ahora él tiene 50. Él ha pasado más de la mitad de su vida en prisión. La última vez que Jens Soering y Elizabeth Haysom se vieron en persona fue en la corte en 1990.
Ya ha pasado por todas la etapas, shock, coraje, odio a sí mismo, búsqueda de Dios, pérdida de fe, esperanza eterna y desesperación. Al principio él estuvo en Brixton, Inglaterra una prisión atascada de orín, sudor y repollo cocido. Elizabeth Haysom admitió haber matado a sus padres y después se retractó y lo acusó a él. Como lo había prometido, Jens también confesó dos veces y con gran detalle porque él pensaba que tenía inmunidad diplomática por su padre.
Él pensó que él sería enviado a Alemania, sentenciado por algunos años a un reformatorio. Sin su sacrificio ella hubiera sido mandada a la silla eléctrica. Parecía ser un trato justo, su vida por la de ella.
Pero después descubrió que la inmunidad diplomática de su padre no lo protegería. Ahora, era él mismo quien podía ser sentenciado a la silla eléctrica. Se retractó de su confesión y comenzó a luchar por su vida. Por meses, él trabajó a través de archivos en los cuales ellos argumentaban en contra de su extradición a EE. UU. basándose en que el método de ejecución era inhumano. Él miro fotos de pelo achicharrado en el antebrazo de prisioneros ejecutados, leyó descripciones de las bolas de los ojos saliéndose de sus cuencas y que cuando un hombre muere en la silla eléctrica huele a carne de puerco frita. Tres años, durante ese tiempo él guardo una cuerda debajo del colchón.
(Fotos Izquierda: Identificaciones y cheques falsos / Detective constable Terry Wright y el investigador americano Ricky Gardner en Richmond, Inglaterra. Derecha: Abogado del Commonwealth del Condado de Bedford James Updike y Ricky Gardner en Londres.)
El 7 de julio de 1989 el Tribunal Europeo de Derechos Humanos anunció que la amenaza de pena de muerte constituiría «tortura o crueldad o trato degradante». Renuente y bajo protesta el estado de Virginia aceptó retirar la pena de muerte. El 12 de enero de 1990 Jens Soering fue extraditado a los EE. UU.
Comenzó su vida en prisión con sus pertenencias en una bolsa de papel. Jens ni siquiera podía hacer una dominada (pull-up). Hoy, él hace 220 dominadas, 320 flexiones (push-up), 150 tríceps y 280 abdominales un día sí y un día no. También corre siete millas cuatro veces por semana. Ha sobrevivido en siete prisiones americanas incluyendo dos de «máxima seguridad». Antes de convertir su delgado y blanco cuerpo a una montaña de músculos, fue casi abusado por un culturista, fue golpeado con una bala de goma cuando los guardias dispararon a otro preso y uno de sus compañeros de celda se colgó de la litera. Jens pasó semanas en el «hoyo» encierro solitario 23 horas al día sólo en una celda. Ahí vio a prisioneros embarrarse con excremento de la cabeza hasta los pies. Soering ha sobrevivido tantas cosas que algunas veces hasta él mismo se sorprende.
«Soy inocente» dijo Jens Soering cuando fue sentenciado a dos cadenas perpetuas por el asesinato de Derek y Nancy Haysom el 4 de septiembre de 1990 en Estados Unidos. Elizabeth recibió 90 años como cómplice ante los hechos. Fue un caso sin testigo ocular, sin arma del crimen, hubo inconsistencias, errores de procedimiento y un juez partidista. A un autoproclamado experto que incriminó a Jens Soering se le permitió testificar en la corte mientras verdaderos expertos que podrían haberlo exonerado no fueron escuchados. El juez que presidió el caso, William Sweeney, era amigo del hermano de Nancy Haysom. En una entrevista para una revista antes del juicio el Juez Sweeney dijo que Elizabeth estaba sorprendida de que Jens aceptó el reto y mató a sus padres. Sin embargo el Juez Sweeney no quiso abandonar el caso y lo prosiguió hasta el final.
Fotos de izquierda a derecha: Buckingham Correctional Center en Virginia / James Updike en una conferencia de prensa en 1990 / Extradicion de Jens Soering / Jens Soering en la corte con el juez Sweeney)
El juicio de Jens Soering se convirtió en una sensación mediática. Durante los procedimientos judiciales salió un libro en donde se describía con imaginación cómo Jens asesinaba a los Haysom y que se vendía a las afueras de la corte. El juicio fue el primero en ser televisado con transmisión en vivo. Todos los días un grupo de personas se reunía a ver al «bastardo alemán» al entrar y salir de los pasillos de la corte. Las secuencias del video muestran cuando Jens vio a Elizabeth de nuevo por primera vez en tres años. Ella se presentó en la corte a testificar en contra de él. Jens la mira y no muestra emociones cuando ella dice que él mató a sus padres.
Hasta el día de hoy Jens dice: «Yo soy inocente». Él ha estado contando los días por décadas. El shock, la rabia y hasta Dios se han ido. Lo único que le queda es arrepentimiento y el darse cuenta que nunca ha habido amor. Después de veinte años de encarcelamiento la mayoría de los prisioneros se vienen abajo y se rinden dice Jens Soering, pero no en este caso. Por nueve años él rezó meditativo por dos horas todos los días. También escribió libros como un hombre poseído, acerca de la literatura mística de los tiempos medievales, acerca del sistema legal americano y acerca de su vida en ruinas.
Él dio algunas entrevistas y escribió para algunos periódicos y revistas en los Estados Unidos. Hubo más y más gente apoyando. «Los Amigos de Jens Soering» fue establecido. Miembros del parlamento, abogados, autores, oficiales del sistema policiaco jubilados, obispos, poetas y actores de Hollywood, todos ellos luchan por él.
Una y otra vez hubo esperanza, pero también ha habido mucha decepción. Cuando el pasaporte alemán de Jens Soering expiró nadie le quiso dar uno nuevo. Estuvo sin patria, forajido. En 1996 los oficiales de la correccional decidieron prohibir los libros, periódicos y revistas en idiomas extranjeros. La prohibición existe hasta el día de hoy. Algunas veces Jens quisiera decir palabras en alemán y no las puede encontrar por falta de práctica.
(Fotos de izquierda a derecha: Elizabeth Haysom y Ricky Gardner testificando en el juicio de Jens Soering/ Abogado del Commonwealth James Updike con evidencias de la huella.)
Hubo algunos días en los cuales Jens pensó que él podría ir a casa. El 12 de enero del 2010 en su último día en la oficina el gobernador Demócrata de Virginia Timothy M. Kaine aprobó la transferencia de Jens Soering para Alemania.
El 14 de enero del 2010 a Soering le dieron buenas noticias y él se puso muy feliz. Por primera vez en su vida después de tantos años él se sentía un hombre libre. Era su día número 8695 en cautiverio un equivalente a 208,680 horas o 751,248,000 segundos. Él pensó que sólo quedaban unos cuantos días, horas y segundos más. Una prisión lista y una lata de nutella lo esperaban en Ulm, Alemania. El paraíso, pan con nutella.
Pero la prensa de Virginia se dio cuenta de los planes de transferencia. Hubo indagación en los periódicos locales. De nuevo Soering volvió a ser la bestia alemana. Hasta la misma Elizabeth Haysom salió a la luz por primera vez en muchos años y dijo: «Si él no tuviera conocimiento, si él fuera inocente, yo lo hubiera gritado a los cuatro vientos».
Para el 19 de enero todo había terminado. El nuevo gobernador de Virginia había tomado el poder. El Republicano Robert F. McDonnell decidió dos cosas en su primer día en la oficina. Reabrió los baños públicos en las carreteras de Virginia y anuló el consentimiento de Virginia para transferir al prisionero Jens Soering a Alemania.
(Fotos superior izquierda a derecha: Ex gobernador Demócrata Timothy M. Kaine y su sucesor el Republicano Robert F. McDonnell / Jens Soering en Buckingham Correctional Center en Virginia)
Normalmente, la transferencia de un prisionero a cumplir su sentencia en su propio país es poco espectacular. Pero en el caso de Jens Soering se convirtió en un evento político porque hacía parecer el crimen como algo no tan serio. Soering dijo: «En el 2006 había 140,000 prisioneros sentenciados a muerte en América, casi todos ellos morirán tras las rejas. La mayoría de los políticos alardean acerca de eso. Algunos dicen que la sentencia de por vida es más dura que una inyección letal rápida y sin dolor. Ellos tienen razón, la misericordia significa la muerte política aquí. Sus abogados trataron por meses de poner demanda para hacer cumplir la transferencia a Alemania. Pero la demanda ni siquiera fue aceptada en la corte. Al principio quedo sobre el escritorio del consejero legal del gobernador. Después el fiscal general de Virginia rechazó recibir la queja. Finalmente fue rechazada completamente.
Jens Soering se sienta en su celda en la prisión. «No», dice, «No pienso a menudo en Elizabeth Haysom». ¿Cómo podría pensar uno en otra cosa en un lugar como en donde él está? Su primer y posiblemente su último amor, la razón por la cual está ahí encerrado. Ella está sentada en una prisión al norte a tan sólo 35 millas en Fluvanna Correctional Centre para mujeres en Troy. Jens continúa con su lucha. Un nuevo testigo salió a la luz quien dice haber visto a Elizabeth Haysom junto a otro hombre llevando un carro ensangrentado a su taller. Él ha adquirido nueva información acerca de las huellas en la escena del crimen y un análisis de ADN que revela que ninguna muestra de ADN en la escena del crimen le pertenece a él. De hecho, de las 42 muestras de ADN, probablemente 11 le pertenecen a alguien que no es Jens. Pero la identidad de esta persona se desconoce.
(Fotos de izquierda superior a derecha: Gails Ball y Dave Watson (arriba) / Antiguo investigador del Departamento de Sherif en el Condado Bedford Chuck Raid (abajo) / Jens Soering 2014 / Gail Marshall, Gail Ball, Tom Elliot y Rich Zorn en una audiencia de libertad condicional 2012)
En el verano de 2016, después de que el rodaje de «Das Versprechen» se completó, Jens Söring comparó los resultados del grupo sanguíneo ABO de 1985 con los resultados de las pruebas de ADN de 2009, que revelaron que dos hombres habían dejado su sangre en la escena del crimen, ninguno de los cuales podría haber sido Jens Söring. Uno de estos hombres tenía el tipo de sangre O, como Jens, pero con un perfil genético diferente. El otro hombre tenía el tipo de sangre AB, como Nancy Haysom, pero con cromosomas XY, porque era un hombre. Ninguna de la sangre de la escena del crimen estaba conectada de ninguna manera con Jens.
En 2017, dos científicos genéticos conocidos a nivel nacional confirmaron estos hallazgos: el Dr. Moses Schanfield de la Universidad George Washington y el Dr. J. Thomas McClintock de la Universidad de la Libertad. No sólo confirmaron que otros dos hombres, además de Jens Söring, dejaron su sangre en la escena del crimen, sino que también confirmaron que las muestras de sangre en cuestión eran puras y sin mezclar.
Basándose en las conclusiones de los dos científicos, el sheriff J. E. «Chip» Harding del condado de Albemarle, Virginia, y el sargento detective Richard Hudson del departamento de policía de Charlottesville, Virginia, llevaron a cabo su propio reexamen del caso, que duró más de 650 horas en total. Cada uno de estos oficiales emitió informes independientes que concluyen que Jens Söring no asesinó a Derek y Nancy Haysom y que ni siquiera estaba presente en la escena del crimen.
Por último, el Instituto de Inocencia Real de la Facultad de Derecho de la Universidad de Richmond publicó un informe basado en la investigación en dos partes del caso en 2006 y 2017. La directora del Instituto, Prof. Mary K. Tate, declaró que Jens Söring no será condenado si el juicio se lleva a cabo hoy y que debe ser perdonado lo antes posible.
(Figura: Frente al Centro Correccional de Buckingham en Dillwyn, Virginia, EE.UU., 2016)
Desde 2017, el caso ha sido investigado por el entonces sheriff en funciones del condado de Albemarle, Virginia, Chip Harding y el detective retirado Richard Hudson. Concluyeron que Söring no cometió los asesinatos. El Gobernador Northam llevó a cabo su propia investigación en 2019 y declaró que su investigación no apoyaba la inocencia de Jens Söring.
El 25 de noviembre de 2019, la junta de libertad condicional de Virginia decidió liberar a Jens Söring y Elizabeth Haysom en libertad condicional. La junta de libertad condicional justificó la decisión afirmando que ambos eran muy jóvenes en el momento del delito, habían estado en prisión durante mucho tiempo, eran presos ejemplares y ya no representaban una amenaza para la sociedad.
Después de 33 años tras las rejas, Jens Söring fue deportado a Alemania el 17 de diciembre de 2019 y no podrá volver a entrar en los Estados Unidos.
Elizabeth Haysom fue deportada al Canadá el 23 de enero de 2020.(Foto izquierda y derecha: Jens Söring con funcionarios del Servicio de Inmigración y Aduanas de EE.UU. (ICE) el 12 de diciembre de 2016.
…en el centro de la foto: Jens Söring llegando al aeropuerto de Frankfurt (Alemania) el 17 de diciembre de 2019)